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El dolor en el pecho suele ser una de las dolencias que suelen causar mayor inquietud entre quienes lo padecen, dada la zona en la que se sufre. Sin embargo, más allá del vínculo entre estos dolores y los problemas cardiovasculares, existen algunas condiciones o lesiones óseas o musculares que pueden ser también causantes de la dolencia.
Quienes han experimentado un dolor en el pecho a menudo pueden encontrar varias sensaciones, no obstante, en general un dolor en el tórax se puede describir como un malestar al nivel de pecho, por lo general acompañado con una sensación punzante que puede ser leve o aguda. Puede suceder que el dolor irradie desde la zona del tórax hasta el cuello e incluso el área de los hombros.
Como hemos dicho en la introducción, el dolor de pecho no siempre es sinónimo de una enfermedad cardiovascular subyacente. Puede también estar relacionado con traumatismos, levantamiento de cargas, o patologías como la fisura costal, el dolor miofascial del serrato anterior o el dolor miofascial del intercostal por dar algunos ejemplos.
El área del tórax se constituye de un conjunto de estructuras musculares entre los que destacan los pectorales y los intercostales, varias estructuras óseas; costillas y vertebras, entre otros. El tórax es en sí el área externa de la caja torácica, y tiene la importante función de brindar protección a órganos vitales tales como los pulmones y el corazón.
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Los síntomas del dolor de pierna pueden variar levemente, dependiendo del tipo de dolor que se padezca y el motivo por el cual haya sufrido dicho dolor. Los más frecuentes incluyen:
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Cualquier lesión que pueda producir un daño leve o severo sobre cualquiera de las estructuras del tórax, va a derivar en la aparición de dolor en el pecho.
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Un buen diagnóstico es determinante para poder aplicar el tratamiento correcto y así conseguir una recuperación al 100%. Para ello, mediante la tecnología existente hoy en día, el diagnóstico de las lesiones cada vez es más preciso ofreciendo un tratamiento de mejor calidad. Puedes hacer uso de esta herramienta para evaluar tus síntomas y descubrir tu lesión.
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El dolor en el pecho es en general un problema que si bien puede producir preocupación en un primer momento, tiende a tener una excelente expectativa de recuperación cuando se trata de dolores de origen músculo esquelético.
El tiempo que demores en recuperarte dependerá de la gravedad de la lesión que lo origine, por lo que resulta idóneo comenzar un tratamiento rápidamente. Igualmente, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte.
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En cualquier proceso de recuperación el reposo resulta fundamental. Evita realizar actividades que puedan perjudicar tu condición y en su lugar opta por tareas que no requieran de un excesivo esfuerzo físico.
Las compresas son ideales para favorecer la recuperación y el hecho de que estas consten de diferentes temperaturas tiene su razón de ser. Las compresas frías son necesarias para reducir la inflamación resultante de la lesión. Estas deben ser aplicadas las primeras 72 horas después de la aparición del dolor. Por su parte, las compresas calientes se emplean para promover la llegada de sangre a la zona, cargada de nutrientes y oxígeno.
Tu médico puede recetarte antiinflamatorios que te ayudarán a aliviar los síntomas relacionados con la lesión que te produce dolor. Recuerda que es vital evitar la automedicación.
Si hay ciertas posiciones o acciones (como respirar rápidamente, o inhalar profundo) que te producen dolor, procura evitarlas, al menos durante los primeros días.
Evita a toda costa volver a las actividades de riesgo, especialmente durante la fase de recuperación. Lo ideal es que guardes reposo durante este período de tiempo.
El dolor en el pecho con raíz músculo esquelética por lo general cuenta con una excelente recuperación, aunque esta puede variar y el dolor puede tener una duración más o menos extensa, todo esto va de la mano con el tipo de lesión y la rapidez con la que acudas al tratamiento. Algunas técnicas que pueden ser ideales para ti son:
El ejercicio terapéutico
Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS)
Técnicas de movilización activa (técnicas de respiración, manipulación pasiva asistida, ejercicios de estiramiento) y pasiva (terapia manual, etcétera)
Terapia de ultrasonido
Acupuntura
